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¿POR QUÉ LOS TALLERES NECESITAN UN ESCÁNER?

«El escáner es la nueva caja de herramientas de cualquier taller» Las nuevas tecnologías han cambiado la manera de ver y pensar la mecánica de los vehículos. Hasta la forma de comunicarse entre el ingeniero y el conductor pasó de ser un diálogo personal para convertirse en un lenguaje de ‘bites’.

Las antiguas prácticas mecánicas en donde se «cacharreaba» hasta encontrar el daño del  vehículo, simplemente han cambiado por diagnósticos precisos generados por el escáner» y hasta los términos cambiaron. En el mundo de la mecánica ahora es frecuente oir que «el escáner mostró que el reglaje estaba mal». ‘Revisión general’ ahora es un ‘barrido’; ‘problema’ es ‘código de falla’; de ‘hacer pruebas’ se pasó a ‘graficar la señal’; ‘descarburado’ significa ‘fuera de parámetros’ y los mecánicos son ahora técnicos o ingenieros que no ‘consultan el manual del fabricante’, sino conectan el vehículo en línea, a través de la mejor tecnología’.

La computadora de todos los vehículos solo permite realizar diagnósticos con la intervención de un escáner que entrega el mapa electrónico de cada modelo específico. A través de un puerto o conector recibe la señal enviada por el carro para indicar su estado y el de sus componentes.

«Los vehículos pueden llegar a tener más de 20 computadores o unidades de mando interconectados a alta velocidad por fibra óptica, los cuales se encargan de coordinar el funcionamiento individual y colectivo de todas las partes involucradas en su desempeño, desde la presión del inflado de las llantas hasta la cantidad de aire de admisión en cada cilindro», dicen los encargados del departamento de servicio de Autogermana (BMW/Mini).

Realizar un barrido con uno de estos computadores a través del mapa interno del vehículo permite diagnosticar las fallas. Y necesariamente debe ser complementado por una mayor habilidad por parte de quien la utiliza. Es por esto la importancia que ofrecen marcas como Autel y Molpartes de dar soporte remoto para mejorar continuamente la práctica de diagnóstico.

Entrenamiento especializado
Es un hecho que el mapeo del carro y una interpretación de sus resultados solo se logra con un mayor entendimiento del instrumento; sin capacitación y conocimiento, el diagnóstico puede generar un error en el el computador del vehículo y agrandar el problema.
Es por esto que a través de los programas de capacitación de Autel y Molpartes se logra entrenar permanentemente en estas tecnologías, logrando la actualización y mayor aprovechamiento, que logra la experiencia requerida a la hora de descubrir la falla.

El entrenamiento que siempre inicia con las nociones básicas de la mecánica, logra la actualización permanente, de los avances por parte del fabricante del escáner permitiendo también bajar de Internet las actualizaciones de los programas requeridos.

El rango de manejo, el nivel de emisiones exigido en los diferentes países, la altura sobre el nivel del mar, son algunos de los parámetros que se revisan en el momento de la configuración inicial así como al descargar las actualizaciones, ya que el comportamiento del carro depende directamente de esa información básica.

Por eso los motores pueden fabricarse cada día más pequeños y eficientes y por eso también la mayoría de los componentes electrónicos ya no se ven bajo el capó sino protegidos en la cabina. El mejor técnico es amigo de la electrónica, y cuidara los componentes de la humedad y la corrosión de los diferentes conectores. 

Así se ‘escanea’
Un buen escanógrafo revisa, de entrada, la batería (debe estar a -mínimo- 11,8 voltios) ya que un ‘bajonazo’ de corriente en los sensores o componentes puede alterar la lectura del escáner y dejarlo perdido. Una vez verificado este accesorio, se conecta al computador del carro y se inicia el recorrido.

El escáner tiene grabadas en su memoria las referencias de los vehículos, incluido el año de fabricación, y diferentes mapas electrónicos, como los de motor, caja, sistema de inyección, etc. El técnico escoge la unidad que quiere revisar y el aparato empieza a mostrar una serie de códigos que corresponden a los diferentes componentes.

Si uno de estos códigos está por fuera de los parámetros o reglajes, se dispara una señal que informan que algo está mal. Ahí es cuando el técnico entra en acción para tratar de descubrir si es un daño presente o si apareció de pronto, si es electrónico, eléctrico o mecánico y si se puede corregir en el taller.

Carros autosuficientes
Cabe decir que el escáner puede ser básico o muy específico, y que pueden programarse muchos modelos para que los ‘lea’ sin problemas. Pero los que utilizan las grandes marcas suelen ser tan específicos que incluso pueden ser capaces de identificar, por ejemplo, si el motor que está revisando pertenece a un vehículo robado.

Pueden costar hasta 19 millones de pesos, aunque lo que más vale en términos de eficiencia es el software de la casa matriz, que Molpartes puede obtener y actualizar como parte del contrato de actualización y soporte permanente.

Estas actualizaciones pueden darse por cambios en los reglajes, mejoras de diseño o cuando llega un nuevo modelo a las vitrinas, aunque en algunos casos pueden ponerse al día diariamente con el fin de proteger a sus clientes de alertas innecesarias.

Es cierto que cada luz, pito o señal de advertencia dentro de la cabina genera estrés en los conductores, especialmente en los que están acostumbrados a realizar sus revisiones periódicas ‘al ojímetro’. Pero si aparecen es porque el vehículo necesita el escáner, la caja de herramientas de los vehículos modernos, con el único objetivo protegerse de daños mayores y, de paso, cuidar su billetera.

La conducción afecta

La eficiencia del computador de un vehículo y el éxito de la revisión del componente que está fallando depende también del usuario. «Es necesario que los dueños de los carros desmitifiquen el escáner, pues la función de este aparato es identificar por qué se prendió la alerta del computador de abordo y esté pidiendo que visite el taller, advirtiendo sobre la presencia del daño, pero no el diagnóstico completo.

Una ‘alteración’ frecuente que identifican las marcas a través del escaneo es el estilo con que el conductor maneja: un carro acostumbrado a viajar en mínimas revoluciones y de trancón en trancón tiende a volverse perezoso porque su computador lee que así es como lo usa su dueño, y se adapta a él.

En una revisión, se puede reiniciar el computador y el motor queda ‘ágil’ otra vez, pero cuando su dueño vuelve al régimen lento, se adapta de nuevo y es cuando el carro ya no anda como cuando salió del taller. Un cascabeleo crónico, por ejemplo, puede ser síntoma de una conducción deficiente.

El conductor debe ser consciente también de que, cuanto más leve el daño, más difícil de detectar. Esto sucede, en gran medida, porque muchas de las alteraciones del funcionamiento adecuado del motor, la suspensión o la caja tienen origen mecánico o eléctrico y no electrónico. Por eso debe ser específico sobre lo que está notando mal en su carro para que el técnico descarte lo obvio y encuentre la falla real.

¿Qué es incapaz de leer el escáner?

Los ruidos, desgastes y desajustes o los daños mecánicos son invisibles para esta herramienta que solamente lee los comportamientos de las funciones electrónicas y las señales eléctricas que llegan al computador.

¿Cómo se realizan las pruebas?

En ralentí, es decir, a mínimas rpm, aunque para detectar fallas imperceptibles, los talleres suelen darle una vuelta en el vehículo con el escáner conectado, para identificarlas.

¿Cómo se ‘lee’ el escáner?

A través de códigos que se mueven entre máximos y mínimos, y con un osciloscopio que muestra gráficos cuando las fallas son intermitentes.

¿Qué pasa si se cambia el «mapeo» del carro?

Es como si le ‘lavaran el cerebro’ al carro. Por eso es importante llevar al vehículo a talleres idóneos, en donde no improvisen con un escáner desactualizado.

Fuente Motor.com.co